domingo, 9 de diciembre de 2012

¿DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE?



Una vez hube de presentar en el foro empresarial que celebra anualmente una escuela de negocios en la que intento como profesor  formar en el uso moral de derivados financieros a nuevas generaciones de antes licenciados y ahora graduados, a un conferenciante. No lo conocía en absoluto. Acudí a la sala de recepción de invitados, donde debía encontrarme con él e intercambiar unos minutos que me permitiesen acercarme al personaje que debía de presentar.  Faltaban apenas cinco minutos para iniciar el acto y para que hubiese de acceder a una abarrotada sala de conferencias llena de trajes oscuros donde el único color lo ponía alguna que otra corbata de esas que se compran cuando uno está muy seguro de si mismo y quiere darse un aire de moderno. Mi primera impresión fue que no había llegado. Error. Entre los presentes había un joven, alto, delgado, de aspecto atlético. Vestía una camiseta negra, en la que lucía lo que parecía un logo propio de esas prendas adquiridas en el saldo de una gran superficie: “Where is the limit”. De una de su nariz colgaba un llamativo piercing, lo que ya me pareció extraordinariamente extraño, pero si por algo destacaba era porque iba  generosamente tatuado. Algún conocido  que debió de adivinar en mi rostro algún desconcierto, me miró con una sonrisa a medio dibujar y señalándolo me dijo, “es él”. Hay momentos en la vida de uno en los que no hay mucho tiempo para pensar. Solo tuve un momento para un flash "están locos” pensé. Su nombre Josef Ajram. 
No voy a hablar de Ajram, solo decirle por si no lo conoce que es mitad español y mitad sirio, que pertenece a la élite de esos tipos a los que llaman “ironman”  y que son capaces de recorrer no se cuantos kilómetros corriendo, después algunas millas nadando y otra barbaridad de kilómetros en bicicleta. Sin parar. Casi un semidios. Pero es que además el caballero es un “day trader”  Sin más formación de la que puede tener un bachiller superior acude a la bolsa cada mañana, compra y vende o vende y compra según la tendencia y cuando le parece suficiente se va a entrenar. Así vive. Ni es mi amigo, más allá de haberme dedicado el primero de sus libros aquel día que lo presenté, ni nos debemos nada, ni he vuelto a verle. Solo que he visto en las librerías que acaba sacar a la venta un nuevo libro donde aparecen los términos “motivación”, “esfuerzo” “superación” “objetivos” “preparación”. 
Después de lo que hemos visto, leído y oído estos días,  llámese Madrid Arena, la ampliación de capital de una popular entidad, el caso del Ayuntamiento de Sabadell, las presuntas cuentas en Suiza de las familias Más y Puyol, o el caso de los señores Cabo y Ferrán, no me diga que no ha tenido ganas de ser un ironmany coger las maletas y marcharse a las antípodas, o en su defecto vivir en el lejano oeste, donde al menos era posible salir a la calle armado.  Como mínimo se habrá dicho Where is the limit?
Necesito aire. Durante un instante. Aire limpio. Porque incluso un ironman, un hombre de hierro, precisa motivación, esfuerzo, superación, objetivos y preparación.  Y estos días en los que además de la corrupción desbordando las alcantarillas, tenemos que soportar al Gobierno ejerciendo de Gestapo fiscal y diciendo que 2013 será mejor, es lo menos que uno puede pedir, si no tiene al valor de salir corriendo, nadando o en bicicleta.  Y si usted es de Guipúzcoa, añádale que los de Hacienda, ni siquiera tiene la suerte de que sean los hombres de Herr Montoro. Los que allí recaudan los impuestos son los que han querido poner los de Herri Batasuna es decir, los de ETA.  Es o no para preguntarse ¿dónde está el límite?

http://www.zoomnews.es/como-salimos-esta/donde-esta-limite

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