lunes, 5 de septiembre de 2011

EURUSD: EN MANOS GRANDES


Los máximos y mínimos del EURUSD de la semana pasada prácticamente representan los extremos de un rango en el que lleva la cotización tanto tiempo, que las medias móviles de 20, 50 y 100 días son 1,4358, 1,4322 y 1,4364. Teniendo en cuenta que 100 días hábiles son cinco meses, y que la media móvil de 200 días es 1,4008, habrá que empezar a pensar que algo raro acontece en los mercados de divisas, porque la estabilidad no puede venir explicada por la ausencia de aconteceres políticos y económicos de todo tipo. Pero no dedicaremos espacio a exponer nuestra opinión sobre esto, sino a tratar sobre si continuará. Esta especie de congelación que afecta al EURUSD, tiene la ventaja obvia de la estabilidad, pero tiene también un grave inconveniente, y es que deja de responder a cualquier tipo de correlación estadística que pueda servir de guía para pronosticar su posible evolución. Ahora ni correlaciona con los mercados de renta variable, ni con los precios de las materias primas, ni con los diferenciales de tipos de interés, ni con índices de solvencia de la deuda soberana, ni con nada. Simplemente parece que está en hibernación.

Pero despertará. Muy rara vez ha pasado más tiempo del que ahora lleva hibernando. En que sentido saldrá y con que fuerza es la pregunta para la que querríamos tener respuesta. Los últimos intentos, muy amparados en un análisis técnico, que aunque mutando, sigue advirtiendo de un viaje con destino en los 1,50-1,60, han sido precisamente buscando ese horizonte. Esta pasada semana hemos tenido valores de 1,4550 y 1,4533 como máximos el lunes y el martes, valores que de ser superados hubiesen abierto brecha. Sin embargo, la semana terminaba marcando un mínimo en 1,4183 y con un sesgo claramente bajista, es decir, favorable al dólar. Justo el día en el que sabíamos que una economía como la norteamericana, que precisa crear al menos 150.000 empleos mensuales para igualar el crecimiento de su población activa y evitar, al menos, el incremento de la población sin empleo, creaba cero empleos, o sea, nada. La renta variable se iba abajo con fuerza, los tipos a largo también, pues recogen lo que sale de la renta variable, y paradójicamente el dólar se refuerza. Y la información de que disponemos es que las compras de dólares proceden de lo que en el mercado se llaman “manos grandes”, es decir, cuentas en las que la unidad de acción son 1.000 millones, importe conocido en la jerga como una yarda.

Lo que está ocurriendo en Europa, que nos pone cada vez más frente a hipótesis de ruptura del euro, la proximidad del relevo del actual presidente del BCE, la revisión general de pronósticos sobre crecimiento, y sobre todo, los síntomas cada vez más evidentes de una nueva glaciación crediticia del tipo que se produjo hace dos años, hacen que la probabilidad de una pronta salida del EURUSD de su estado en hibernación esté subiendo mucho, y de que lo haga en dirección favorable al dólar, también. La reducción de saldos líquidos en la banca europea, y el aumento en los norteamericanos, hace este pronóstico más verosímil.

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