jueves, 10 de marzo de 2011

DOS SALIDAS: ELEGIR UNA


Estamos insoportablemente pesados estos días con Portugal, y es difícil escapar de ese bucle. La subasta de ayer fue de resultado tan pobre, que parece que si no empezamos haciendo referencia a ello es que no nos enteramos. Despachémoslo y vayamos a otra cosa. Ha logrado colocar 1.000 millones, pero al 5,99%. La anterior semejante lo hizo al 4,09%. Quien compró, lo imaginamos. Nada que añadir. A esperar al viernes, a la cumbre europea que tiene esta papeleta como punto destacado, y más les vale que salgan con alguna respuesta.

El caso es que si de lo que se tratase es de justificar por qué el euro se hunde y por qué el dólar sube sin pausa, y a la vez explicar que esto habría de tener un límite, sería extraordinariamente fácil. Pero la paradoja es que estamos exactamente en el lado contrario, es decir el euro, entre fuerte y muy fuerte, y el dólar, débil o muy débil, sea cual sea el parámetro con el que queramos medirlo. Pero, y esto ya es un poco más “normal”, lo único que se escucha estos días, y no solo en los mercados, sino en sus aledaños, es preocupación con el dólar, y se teme que su depreciación se intensifique. Además del siempre accidental y efímero análisis técnico, en gran parte, con el argumento de un posible cambio general de posición entre los inversores de largo plazo.

Lo más parecido a este tipo de figura, que se está manifestando de algún modo, es PIMCO. Ayer recogíamos en De interés la columna Lex de Financial Times en la que citando a Bill Gross, manager general del fondo de retorno absoluto Pacific Investment Management (PIMCO), -su capital en gestión equivale al 20% del PIB español- se respondía que era la Reserva Federal la que estaba comprando el 70% de los bonos emitidos por el Tesoro. Bajo el sugerente título de “¿Quién comprará bonos del Tesoro a partir de junio?”, hacía referencia al vencimiento de la política de relajación cuantitativa conocida como QE2, y a su potencial consecuencia sobre el mercado de bonos y su rentabilidad. Decía el artículo que en PIMCO lo tenían claro, habrían de subir las rentabilidades para atraer a compradores alternativos. Curiosamente, en la tarde de ayer, un blog de los que la comunidad inversora considera bien informado Zero Hegde señalaba, sin mencionar una fuente precisa, que PIMCO se habría deshecho a final de enero del 100% de sus posiciones en bonos del Tesoro, para ponerse en liquidez. En junio de 2010 su saldo en bonos del Tesoro era de 147 MM Usd, el 60% de su capital total. De confirmarse, es evidente la apuesta de tamaño jugador: el Tesoro va a tener que apañarse por su cuenta sin QE3.

Dos salidas posibles, o el mercado descuenta fuertes alzas de tipos y, como PIMCO, se sale para después volver, y en parte se justifica así la actual debilidad del dólar y su posterior recuperación, o peor, la situación se pone tan difícil que el grueso de los inversores, forzado por las pérdidas, huye para no volver, y se lleva al dólar por delante. Hagan juego, ¿dónde irá la bolita?

2 comentarios:

  1. Se recobrará Jose Manuel, lo que ocurre es que hay que darle algo de charme y suspense...

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  2. Me alegra que coincidamos. Yo tambien lo creo, pero ye asombraria cuantos hay que temen lo contrario.
    Un abrazo

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