lunes, 1 de julio de 2013

LA INTELIGENCIA ECONÓMICA EUROPEA


Se presentaba hace unos días en el CESEDEN (Centro Superior de Estudios de la Defensa) el Cuaderno de Estrategia nº 162 del Instituto Español de Estudios Estratégicos. Su título “La inteligencia económica en un mundo globalizado”. Entre los autores, ninguno uniformado y casi todos del mundo académico, destaca Christian Harbulot, Director de l’École de Guerre Économique de París, considerado una autoridad mundial en el mundo de la inteligencia económica.

Utilizaré alguna de las definiciones contenidas en este trabajo: “Inteligencia económica son las estrategias de inteligencia para la toma de decisiones en defensa de los intereses económicos del Estado o de las empresas”. Los modelos de inteligencia económica son propios de cada país. Los clasifica otro de los autores, Eduardo Olier, Director de la Cátedra de Geoeconomía del CEU. Define Olier el modelo alemán como un modelo que se apoya en su estructura de estado federal coordinado a tres niveles entrelazados: administraciones, entidades financieras e industrias. Me llama la atención su referencia a los sindicatos: “Los sindicatos participan como agentes activos, no reivindicativos, sino como interlocutores esenciales en la definición de las políticas económicas”. Todo ello bajo un principio: La búsqueda de intereses alemanes comunes por encima de las discrepancias.

En su artículo, acaba Harbulot su análisis refiriéndose a la Unión Europea y preguntándose si habrá sabido medir la importancia de las amenazas que se ciernen sobre su futuro geopolítico y geoeconómico, y afirma: “A pesar de las apariencias (la UE) está más dividida que nunca por una cohabitación que no se quiere nombrar”. El norte, capitaneado por Alemania que juega a un doble juego al favorecer discretamente el renacimiento de su poder, mientras simula una imagen de país pacifista. El sur, intentado sobreponerse a sus crisis infraestructurales. Concluye que actualmente Europa es incapaz de salir de “este callejón sin salida estratégico”, siendo esto sin embargo “una prioridad absoluta”.

Me parece interesante compartir estas reflexiones tras el último Consejo Europeo, al que España llevó fundamentalmente peticiones de auxilio económico, pero también a la luz de lo ocurrido en las negociaciones sobre un aspecto crítico para la continuidad de la Unión Europea como es la unión bancaria.

Las dificultades para lograr un acuerdo, o las diferencias que pueden estar poniéndose de manifiesto entre el FMI y la Unión Europea, donde lo que aparenta el reconocimiento público de un error por el FMI, no es sino una critica muy poco encubierta a la imposición de la Unión Europea de no efectuar reestructuraciones/quitas de deuda. Estas reestructuraciones perjudicarían a los principales acreedores de los países rescatados, limitando así las soluciones a medidas de austeridad, que por ser absolutas, se arriesgan a fracasar y a caer en un peligroso descrédito.

Conceder más tiempo para el ajuste fiscal es una solución que aparenta gratuita, pero no hará otra cosa que reforzar la firme postura alemana en relación a los rescates bancarios representada por su defensa del bail-in o rescate desde dentro frente al bailout o rescate desde fuera. Es una de las manifestaciones de la estrategia de inteligencia económica alemana, pero ¿no lo es acaso también la posible compra de Telefónica por AT&T parte de la estrategia de inteligencia económica norteamericana? Y entonces, ¿cuál es la estrategia de inteligencia económica de Europa? ¿y cuál es la española? ¿no le parece que estamos lejos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario