jueves, 21 de febrero de 2013

ESPAÑA EN EL RADAR


 


Seguramente le habrá llamado frecuentemente la atención la habilidad italiana para pasar desapercibida en medio de las sucesivas tormentas desatadas por la crisis europea.  Más los aspectos políticos que económicos ligados al peculiar liderazgo de Berlusconi, han ocupado lugar destacado, pero una vez retirado el personaje de escena y sustituido por tecnócratas, Italia sale de los focos, algo que España ha sido incapaz de conseguir salvo breves periodos. Pero no hay bien que nunca se acabe (Italia) como tampoco hay mal que cien años dure (España).

La proximidad de unas elecciones generales de incierto resultado el domingo y lunes, subsana ese desequilibrio,  e Italia reaparece a su pesar. The Economist llevaba en su último número el país a portada. Repasa lo que entiende como su más que pobre balance desde la implantación del euro. Lo ejemplariza en la evolución del PIB per capita desde el año 2000 y en la evolución del coste laboral unitario, unidad de medida utilizada por los economistas para comparar el grado de competitividad entre países. Resulta que Italia ocupa el lugar 169 de los 179 países analizados en evolución del PIB per cápita desde que adoptó el euro, y resulta también que desde 2008, los costes laborales en su industria son los que mayor incremento han registrado entre los países de la eurozona con la notable excepción de Finlandia. De modo que si la situación política está por definirse, la económica no está para presumir. Forzando la comparación, señala el semanario que “los primeros signos de recuperación son visibles en Irlanda, e incluso en España”.
Al margen de que no hay informe de analista alguno que estos días no refiera que del resultado de estas elecciones en Italia dependerá la evolución de la crisis del euro, es sobre la breve y buena referencia a España sobre lo que quiero llamar la atención.
Recientemente decía el economista jefe de MorganStanley a través de un informe de la entidad que España está en camino de convertirse en la nueva Alemania de la eurozona. Aunque expresado de forma menos aparatosa, son algunos más los bancos de inversión que están manifestando cierto grado de entusiasmo en sus informes al analizar las consecuencias que, a cuenta de los ajustes y reformas,  sus analistas vislumbran sobre la economía española.  Con diferentes matices, no es tanto que consideren que los españoles somos gentes de acentuado rigor reformador, sino que bajo la vigilancia alemana no hemos tenido alternativa.
Sea como fuere, hay algo que empieza a ser evidente: España está entrando en la zona de interés del capital inversor mundial. De ello hay cada vez más testimonios.

1 comentario:

  1. No será por lo que dicen los nacionalistas catalanes,que hasta hace poco decían que con el Euro se podían endeudar hasta lo máximo pues es un sistema monetario que se componía de la integración de varios sistemas monetarios y que los agujeros de uno lo compensaban los otros.Aún dicen que si se van de España y se quedan en Europa pueden seguir gastando a manos llenas

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