domingo, 7 de noviembre de 2010

LANZAR TRAZADORAS


Vivir cerca de los medios de comunicación permite comprobar su gran capacidad de influencia. Pero no siempre esta influencia está en relación con la importancia real de aquello que destacan. Cabe que en ocasiones tenga por objeto manipular a la opinión pública, pero en mi experiencia tiene más que ver con lo que el consumidor de información está dispuesto a adquirir. Si el asunto es complejo, no abundan los compradores. Si además, va contra la opinión dominante, es muy probable que lo importante sea soslayado.


Algo de este tipo está ocurriendo con la llamada “guerra de divisas” y en particular con su manifestación más explícita que es la llamada QE2 o segunda expansión monetaria anunciada la pasada semana por la Reserva Federal. Imprimir dinero es justo lo que todos los bancos centrales del mundo han rechazado históricamente como generador de inflación. Desde que su presidente anunció como probable la medida a finales de agosto y hasta que la concretó el pasado miércoles, las bolsas han subido con fuerza, el dólar ha perdido cerca de un 10%, los tipos de interés reales de largo plazo ya son negativos y las expectativas de inflación han aumentado considerablemente. Es decir, que el anuncio ya obtuvo anticipadamente los resultados buscados.


¿Está lo anunciado a la altura de las consecuencias ya registradas? No hay respuesta universalmente compartida. Sin embargo, podemos hacer sencillos cálculos. La medida se destina a incrementar la oferta monetaria. El importe declarado es de 75.000 millones por mes hasta junio de 2011. Sabemos que hemos de incrementar esa cifra en las cantidades que venzan durante el periodo, pues es intención de la FED, renovar las compras ya efectuadas por el importe que venza en el periodo. El importe total de oferta monetaria es de 8,7 billones de Usd. Lo anunciado, supone un incremento del 0,86% mensual. El promedio mensual del último medio siglo de lucha contra la inflación es del 0,55%. ¿Justifica esta decisión el infierno que, por ejemplo sobre el dólar, se anticipa? En mi opinión, ciertamente no. Los norteamericanos simplemente han hecho uso de lo que lo que en terminología militar denominaríamos balas “trazadoras”. Marcan el objetivo a los propios, y lo advierten al enemigo. Los norteamericanos han lanzado las suyas de cara al G20. Si va a hablarse de tipos de cambio, los norteamericanos disparan trazadoras, pero no declaran la guerra. Por eso China se ha mostrado estos días algo más conciliadora. De modo que hay más ruido que nueces.


Donde ocurre lo contrario es en Europa. Sin que la opinión pública lo sepa, Alemania se está haciendo con lo que desea: tener el control.

2 comentarios:

  1. Muy bien visto. Eso de las trazadoras lo estuvo haciendo Alan Greenspan durante el tiempo que duró su mandato: algo así como 18 años y diez meses.Le bastaba anunciar su propósito de hace algo, para conseguir los resultados deseados... sin necesidad de hacerlo.
    Lo peor es que los políticos están pensando en que después de todo, la inflación no era tan mala.
    Luis Ignacio Parada

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  2. Bienvenido Luis Ignacio, un placer recibir tu visita.

    ¿Sabes lo que temo? Conforme la crisis, o nueva realidad según otros, va cobrando, primero matices, según grandes áreas, y después distintos rostros, según el país, que a nosotros nos corresponda una parte en el viaje, en la que ya no el destino, sino el tránsito nos corresponda en la parte más incómoda.

    La reconversión nos está avisando por los TODO A CIEN. Quizá no lo veamos, pero, si os fijamos, por ahí se ve. Esa es la cara actual de la inflación en España. Y es un aviso que no es futuro, sino presente. No hay estadísticas, pero basta visitar hoy los pioneros de los hasta no hace mucho TODO A CIEN. ¿Inflación? 100% adecuación a la inflación. Son una especie de compendio de economia en vivo.

    Gris panorama si no lo queremos ver.

    Un saludo

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