jueves, 3 de junio de 2010

¡DIOS…QUE PRIMOS!



Cada mañana, el Comité de Operaciones de Mercado, conocido por su acrónimo MOC, se reúne para analizar la situación. El MOC, cuyos miembros no tienen identidad conocida, es el puente de mando desde donde el BCE se maneja en la tempestad de los mercados. Da apoyo al banco central en la ejecución de la política monetaria, en el control y ejecución de las transacciones del mercado de divisas, y en la gestión de las reservas. Desde el fin de semana del 7 y 8 de mayo, donde según José Viñals, ex subgobernador del Banco de España con Fernandez Ordóñez, y ahora alto cargo del FMI, el mundo estuvo de nuevo al borde del colapso, el MOC tiene un trabajo extra. Reunido a puerta cerrada, cada mañana ha de decidir cuando, a quien, de quien y por que importe compra los llamados bonos soberanos, es decir, deuda pública emitida por los Gobiernos de la eurozona. Dicho de otro modo, el MOC interviene entregando dinero bueno a chicos malos, que su vez lo compraron a chicos torpes, que previamente habían ayudado a los chicos malos. Más claro aún, el MOC manipula los mercados, y los de siempre aprovechan para ponerse las botas. “Son el único comprador”, ridiculiza un trader.

Las estimaciones más fiables, basadas en la información del propio BCE y en las ofrecidas por los operadores de los mercados de bonos soberanos, apuntan a un promedio de compras diarias de 3.000 millones de euros. Imagino la felicidad exultante de los vendedores. Dos de cada tres euros buenos son ¿invertidos? por el MOC en bonos griegos. El otro en España, Irlanda y Portugal. Así cada día.

¿Cuánto tiempo va a durar esto? Si le hacemos la pregunta a un banquero alemán, después de lanzarnos una mirada cargada de ira, nos dirá que aquello durará lo suficiente como para que los bancos franceses adelanten su agosto colocando su cartera de deuda griega a todos nosotros. Si nos queda arrojo, volveremos a preguntar, ¿entonces…, ustedes…, también…? Si el alemán logra mantener la calma, nos dirá, apretando los dientes, que ellos tienen un acuerdo con el gobierno para mantener su cartera de bonos griegos hasta mayo de 2013. ¡Dios, que primos! Es lo más suave que se me ocurre.

El curso que seguimos es de nuevo el de acercarnos al ojo de la tormenta. No hay mercado de emisiones de deuda corporativa; seco como bacalao el interbancario; cada vez más caro el repo; los bancos colocando el sobrante en el BCE, etc, etc. ¡Como para cargar con el mochuelo! Buena o mala, con o sin acuerdo, reforma laboral, y detrás, más. Reforma de pensiones, más y nuevos impuestos, recortes de gastos. En fin, un sinvivir. Y algunos de los más veteranos colegas bancarios, se disponen a la jubilación, con 59 años y el 95% de su sueldo neto. Eso, si no ocurre algo antes. En serio. Alguien va a tener que salir del euro. Tarde o temprano. Y la quita, como todo lo demás, será a escote. Lo siento, pero así están las cosas. O al menos a mi, me lo parece.


No hay comentarios:

Publicar un comentario