Pasaban de las siete de la tarde del viernes. Era hora de cerrar. Sonó el teléfono. Quien llamaba, se levanta cada día muy de madrugada. Me extrañó. Era la productora de Protagonistas. En contra de su costumbre de planificada programación, me pedía acudir el lunes a la Tertulia. Alguien habitual de los lunes fallaba por causa desconocida. Mientras hablábamos, entraba una segunda llamada. También periodista. ¿Qué pasaba a estas horas de un viernes cuando muchos de los despachos de Madrid ya están vacíos? Ninguno de los interlocutores lo sabía, pero las llamadas estaban relacionadas. Ser requerido de urgencia a cubrir un hueco el lunes y la segunda llamada, tenían que ver con lo mismo: el Grupo PRISA iba a anunciar el cierre de CNN+.
Siempre que alguien visita mi despacho, acabamos hablando del terminal de Bloomberg, el mayor de los dos sobre la mesa. El otro es para Reuters. Hubo un tiempo en que en el mundo de la información financiera había más. Pero unos se fueron comiendo a otros, y ahora solo quedan dos. Se reparten el negocio y hasta cierto punto la especialización. La consecuencia para el usuario fue la que suele ser: precios sustancialmente más altos, y si quieres contraste, la necesidad de contratar con los dos. El precio de un terminal de Bloomberg, se mide en miles de dólares al mes. No menos miles, pero euros, cuesta Reuters. Desde la llegada de Internet, la factura por información, por buena y fiable información, se ha multiplicado por mucho. Cuesta explicarlo, cuando aparentemente Internet rompe barreras y reduce costes. Sin embargo, si se quiere información, buena, fiable y veraz información, hay que pagarla. Y es cara. Muy cara. En 2009, desapareció Bloomberg TV en España. En 2010 desaparecerá CNN+. Es una pena, porque la televisión que va quedando es cada vez menos pan y más circo.
Y ahora me pregunto: ¿Cuantos saben que el futuro del euro se está negociando en un mano a mano entre franceses y alemanes con el resto de países de la UME apenas como comparsas? ¿Cuántos saben que el euro está en peligro? ¿Cuántos se imaginan siquiera las consecuencias? ¿Cuántos saben que los mercados de bonos empiezan a lanzar señales de alerta sobre su propia burbuja? ¿Cuántos saben que el número de actos terroristas de origen islámico se está incrementando extraordinariamente en el último año? ¿Cuántos saben que China ha obligado por tercera vez en cinco semanas a sus bancos a incrementar el nivel de reservas en el banco central por temor a la inflación? ¿Cuántos tienen conciencia de la amenaza que pesa sobre el estado de bienestar? ¿Y de la situación financiera de muchos ayuntamientos? El viernes, poco antes de las llamadas de esta historia, me decía un empresario, abogado y periodista, que en España, informados, no hay más de 12.000. Imagino lo poco que ocuparían en el Bernabeu. Hay cosas en las que claramente retrocedemos.
Está claro que los pequeños cada vez estaremos más desinformados y que en épocas de crisis los circos parecen tener más fuelle que otras cosas, será por eso de reirse de lo ajeno y no pensar en los malos tiempos que reinan o simplemente hacer como el que no quiere mirar.
ResponderEliminarPor otro lado, lo de la burbuja de bonos, me parece un tema bastante interesante, ya que hace unos meses se empezaba a cuestionar lo mismo al otro lado del atlántico, en USA, el tema es bastante delicado, sobre todo conociendo la debilidad de las economías de algunos países, si supuestamente estamos en un periodo de generar deuda debido al déficit, la inminente burbuja de la que se especula no seguirá otro camino que la del crecimiento, además de considerar que los cds seguirán tirando de los diferenciales hacia arriba y desde luego se convertirá en una herramienta de especulación agresiva. No se si soy demasiado joven para hablar sobre el tema, ya que soy un rookie en la materia, pero por opinar que no quede.
Un abrazo amigo.
Hemos de estar en actitud preventiva Reme. Tenemos la desgracia de que la TV es clave para la formación de la opinión pública en España, y eso retrasará el despertar de las conciencias. Eso es malo. Francamente malo. Cuando se apaga la información, la libertad sale por la ventana. O algo así.
ResponderEliminarUn abrazo
José Manuel:
ResponderEliminarHoy en la FNAC de Diagonal me he comprado El Diario de un cazador de Miguel Delibes, y también unas Memorias de Luís Buñuel ¡que rescaté de un carrito lleno de libros!
Qué suerte tengo de no pertenecer al selecto grupo de los 12.000 bien informados.
Un abrazo,
Fausto
Amplío el comentario de los 12.000:
ResponderEliminarComo me he entretenido con la lectura de los periódicos digitales y otros menesteres similares se me ha hecho tarde y, claro, no he podido dirigirme a la calle Canuda tal como había previsto, y lo he sustituido por un paseo hasta la FNAC, mal negocio. De allí he salido con un par de librillos (en diminutivo por su no muy grande número de páginas); el uno, Diario de un cazador, de Miguel Delibes; el otro, unas breves Memorias de Luís Buñuel, el reputado cineasta de Calanda. A la salida he tenido una ocurrencia algo insólita: los he envuelto para regalo dentro de un sobre que había en una repisa dedicada a tal fin; y, posteriormente, lo he lacrado con un par de etiquetas con la leyenda “Felicitats”. Más vale prevenir que curar, dice el refrán. Y yo he sido prevenido regalándome un par de libros a mí mismo.
Los ignorantes, al carecer de información siempre somos más felices. ¿No se trata de eso
?
Te admira,
Fausto
Hola Fausto,
ResponderEliminarAprecio tu ironía por estos lares. Lo bueno del dominio de lo efímero y caduco, es que deja sin demanda lo permanente y peremne. Y tú que sabes buscar como nadie, y tú "canalla", que disfrutas más que ninguno del gran regalo de nuestra civilización que es el TIEMPO, sabes emplearlo en buscar y lo encuentras. Por favor, dedícanos alguno pasando con frecuencia por aquí.
Cuídate mucho.
Un abrazo