Al escucharle se adivina al alto funcionario que siempre ha
sido, pero también al aspirante a ocupar el
puesto permanente de presidente del Eurogrupo. Sin embargo, no se comporta
con la típica arrogancia que envuelve el poder. Las audiencias que convoca,
siempre muy numerosas, aplauden y agradecen su labor y su tono, casi como sonando
a despedida.
Si finalmente tiene la suerte de acceder a esa alta
responsabilidad, su discurso referido a a la economía española no tendrá que
cambiar mucho. Todo lo más el acento que cabe que tenga que poner en el agujero
que siguen siendo las cuentas públicas, algo que posiblemente contemple hoy en
día de modo diferente y con menos aversión de como lo contempló en la fase más
aguda de la crisis. A
pesar de ello será disciplinado con los
acuerdos que lo conduzcan a esa responsabilidad, del mismo modo que ha sido disciplinado en el
Gobierno y estricto en el cumplimiento de los deberes impuestos desde Bruselas
a consecuencia de la ayuda a nuestro sistema financiero. Solo con el tiempo sabremos la verdad respecto a si defendió o no el
rescate total para la economía española, pero ya sea por el peso de esa
cruz de haber aconsejado algo que desoyó el presidente del Gobierno, o por su
esperado nombramiento como presidente del Eurogrupo, parece que el tiempo de este ministro pueda estar acabándose, dicho
esto con las reservas que exige la particular forma de resolver del presidente
del Gobierno.
Habla en
su artículo el ministro Guindos de la Unión Bancaria como un acuerdo “al menos tan importante” como el que dio
lugar al euro. En su presentación inicial en el verano de 2012, efectivamente
lo parecía. Con los mercados fragmentados y en un estado incompatible con la Unión Monetaria ,
algo que preludiaba la muerte inminente del euro, dos reacciones salvaron a la moneda única: i) el anuncio del
Presidente del BCE con su famoso “créanme, será suficiente” y ii) el anuncio
del Consejo Europeo de avanzar en la integración a través de una hasta entonces
desconocida Unión bancaria.
Pero aquellas
reacciones iniciales, valientes hasta el punto de lograr resucitar al euro,
se han ido desinflando con el tiempo y
las negociaciones.
Ni el BCE ha tenido por el momento que revelar hasta
donde estaba entonces dispuesto a llegar, ni la Unión Bancaria que
inicia este año cero es la que el Consejo presentó en su anuncio de entonces.
Eso no le resta valor, porque sin Unión Bancaria no habría euro, pero a
diferencia de otros importantes pasos en el pasado de la Unión Europea en los
que el liderazgo político fue visionario y las naves se quemaban al llegar a la
orilla, esta Unión Bancaria de año cero que
dice el ministro no es exactamente la
propuesta en verano de 2012. Ya veremos si es suficiente, pero a diferencia de lo ocurrido con el
acuerdo para lanzar el euro, hecho al que lo asemeja el ministro, ahora los alemanes no han querido quemar las
naves. Guindos ha estado en la
cocina y conoce perfectamente el tipo de menú que a través de esta forma de
Unión Bancaria se ha servido. Ese conocimiento es más que suficiente para presidir
el Eurogrupo, pero como hasta ahora, seguirá siendo alguien bien disciplinado.
Articulo publicado en el blog de Zoomnews Como salimos de esta
http://www.zoomnews.es/260485/como-salimos-esta/luis-guindos-alguien-bien-disciplinado
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http://www.zoomnews.es/260485/como-salimos-esta/luis-guindos-alguien-bien-disciplinado