domingo, 27 de octubre de 2013

EL DOLAR Y LOS TRES NOBEL


Preguntado pocas horas después de su anuncio sobre como los economistas entendían los movimientos del precio de los activos, el Nobel en Economía 2013  Lars Hansen, respondía: “Estamos haciendo algunos progresos, pero hay mucho por hacer”.  Para alguien dedicado al control del riesgo generado por los cambios en el precio de los activos, una de dos, o abandona su trabajo en medio de una depresión tras reconocer su error vocacional, o bien se alegra de que por fin estemos haciendo algunos progresos en entender la evolución de los precios. Y a pesar de ello fíjese cuánto dinero mueve el análisis y pronóstico de las cotizaciones, pero si resulta que la tarea propia del economista es el análisis y el pronóstico y en verdad hay mucho por hacer ¡albricias!, los economistas perduraremos. No huya por favor que no es una amenaza.  
Vayamos a algo aplicado. Resulta que se supone que el dólar estaba débil por la incertidumbre de la negociación presupuestaria norteamericana (eufemismo para referir la peligrosa parodia política que nada ha resuelto). En la lógica racional de Eugene Fama (también Nobel 2013), resuelto el trance, el dólar se apreciaría. ¡Ja!  En el mundo del “Animal Spirits” de Robert Shiller (el tercer laureado 2013) todo es posible, puesto que es la irracionalidad lo que mueve las finanzas. Como si no explicarse que la demanda de un activo sube cuando su precio sube, ¿pero no era al revés? Se ve que no. Mire el IBEX, cuanto más caro, a más inversores atrae.  

En este estimulante entorno cabe preguntarse, ¿y qué va a hacer el dólar? A usted que no ha dejado de leer aquí y quiere creer que, al menos a largo plazo, es posible predecir las cotizaciones, lo primero que conviene es confirmarle que efectivamente la negociación presupuestaria no ha resuelto nada, pero ha evitado un desastre mayor, de modo que las cosas vuelven a donde estaban. ¿Y dónde estaban?  En un mar de liquidez que continua incrementándose a razón de, al menos, 85.000 millones de dólares al mes.  En un clima de fuerte represión financiera sobre el ahorro, donde obtener rendimientos del capital que superen la inflación sin asumir riesgos es prácticamente imposible, y donde aspirar a rentabilidades del 3 al 5% para una cartera exigen jugarse el capital.

La seguridad no existe. Bancos y Gobiernos trabajan a fondo para que no exista. Así es que reaparecen nuevas formas tóxicas de capital,  magníficas para la banca y para los gobiernos, pero desastrosas para el ahorro: “Compre Coco´s, convertibles, subordinadas, estructurados…”  O eso, o renta variable. No hay otra cosa.  Ni siquiera quedan los emergentes, donde muchos adivinan burbujas -¿sabía que es más barato expatriar a un español a Brasil que contratar a un brasileño?-  Entonces,  ¿dónde acudir? La bolsa americana, incluso para los racionales, está muy cara, muy por encima de su PER ajustado al ciclo. Sin embargo, la fuente del dinero sigue manando abundante allí. Todos –animal spirits- miran a Europa, que estará mal, pero es más barata  -“es un momento fantástico, entra dinero para todoBotín dixit-. Los gestores compiten por atraer capital, y lo hacen comprando aquello que sube.  ¿Hay valor, o hay que echárselo?  Ahora da lo mismo. Parece evidente que hay que comprar bolsa y euro. ¿Por qué entonces los pronósticos continúan teniendo un sesgo tan alcista para el dólar? ¿Acaso son los pronósticos de dólar una forma de mantener el atractivo cuando no hay mucho que  EE.UU. pueda ofrecer? ¿es que aquí todo el mundo hace trampas, o realmente nos queda tanto por aprender? Muchos entraron a comprar dólares en 1.32 y se están saliendo, pero seguro volverán. Quizá haya que esperar lo suficiente, pero un dólar, todavía es un dólar, y un euro ¿qué es exactamente un euro? ¿1.37 dólares?  No sé,  pero no lo veo.  

Publicado en www.zoomnews.es

UN EURO UN POCO ALEMAN


Después de una sequía de varias semanas, estos días los mercados recuperaban la referencia de los datos macroeconómicos en Estados Unidos. Uno de los más esperados fue sin duda el informe del empleo correspondiente al mes de septiembre. Conclusión rápida: antes de que la crisis fiscal fuese un hecho en Estados Unidos, el crecimiento del empleo perdió impulso. El departamento de trabajo publicaba el martes que los empleos no agrícolas aumentaron en 148.000 personas, por debajo de los 190.000 usd que esperaba el mercado. El dato en sí no es particularmente malo. Sin embargo, hace tan solo seis meses la media de creación estaba por encima de 200.000. La tasa de desempleo, por su parte, cayó una décima, al 7,2%, una “mejoría” derivada no del aumento de su dividendo, sino de un menor divisor, consecuencia de la salida de trabajadores que buscan un empleo. Mala señal.

Las señales de que la economía estadounidense ha perdido impulso incluso antes de la disputa presupuestaria en Washington están siendo un foco de agitación en los mercados financieros, pese al más que ya descontado retraso en la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal. Lo cierto es que con las últimas cifras de empleo que ha ofrecido el informe, la decisión de la Reserva Federal de mantener sus compras mensuales de bonos, encuentra respaldo y pueden llevarnos a pensar en un retraso hasta el primer trimestre del próximo año, incluso más, si se produce una nueva paralización del gobierno. Esta próxima semana, los días 29 y 30, la Fed volverá a reunirse para discutir sobre su política monetaria. El mes pasado, sorprendieron a los mercados cuando mantuvieron sus compras mensuales de bonos por 85.000 millones de dólares y dijeron que querían ver mayores evidencias de una fuerte recuperación antes de disminuir este importe. En esta ocasión, difícilmente van a sorprender. Sí se sorprendieron, sin embargo, con la publicación de los datos de empleo estadounidense ¿O no? Sea como fuere, fue la excusa perfecta para que las apuestas, impacientes desde hace semanas por decidirse, pusiesen todas las fichas a favor del euro.

Esta semana, en una entrevista al diario Le Parisien,  el ministro francés de Industria se refería a la fortaleza del euro y declaraba que “el euro es demasiado caro, demasiado fuerte y un poco demasiado alemán", instando al BCE a que actuase a favor de un tipo de cambio menos fuerte y añadiendo que el euro “debería ser un poco más italiano, un poco más francés y simplemente europeo". Según el ministro francés, si el euro se abaratase un 10% frente al dólar, la riqueza nacional de Francia se elevaría en un 1,2%, se crearían 120.000 puestos de trabajo y el déficit del país se reduciría en 12.000 millones de euros. Francia presiona nuevamente por el tipo de cambio pero, en general, con poca respuesta desde Europa. En febrero, cuando el euro estaba en 1,3540 Eur/Usd,  el presidente del BCE decía que el tipo de cambio no es un objetivo de la política monetaria, aunque sí recordaba que se vigila si su apreciación altera la inflación. Poco más. En su nueva cruzada contra la fortaleza del euro, Francia tendrá que buscar aliados, quizá también fuera de Europa. Será entonces una cruzada, no contra la fortaleza del euro, sino contra la debilidad del dólar.

jueves, 10 de octubre de 2013

CONTINUISMO EN LA RESERVA FEDERAL


El nombramiento de Janet Yellen como próxima presidenta de la FED no ha supuesto una gran sorpresa en los mercados. Desde mediados de septiembre cuando el que hasta ese momento era el principal candidato, el ex secretario del Tesoro Larry Summers, renunció a ello debido a la oposición de congresistas demócratas, la actual vicepresidenta de la FED era la que contaba con mayores probabilidades para suceder a Bernanke a partir de enero de 2014. Durante los últimos tres años como vicepresidenta de la FED ha participado en las decisiones de política monetaria, siendo uno de los principales apoyos del actual presidente en la defensa de los programas de inyección masiva de liquidez y en su apuesta por mantener los tipos de interés en el mínimo histórico hasta que la tasa de paro no baje del 6,5%.

Con este nombramiento, se mantiene el continuismo en la política aplicada por la Reserva Federal desde el estallido de la crisis en 2008. De forma paralela a su nombramiento, la FED publicaba ayer las actas de la última reunión, que en esta ocasión cobraban un interés especial debido a la inesperada decisión de no reducir las compras de activos. Según las actas, la decisión fue “relativamente difícil de tomar”. Se mantiene un amplio consenso para reducir el programa de compra de activos este año, y algunos miembros del Comité de Política Monetaria se mostraron preocupados por que la decisión de mantener las compras de bonos por 85.000 millones de dólares mensuales, pudiese dañar la efectividad de la política de comunicación. Mientras tanto, el calendario continua pasando y se cumple el décimo día de cierre parcial de la administración. Las negociaciones políticas sobre el presupuesto y el aumento del techo de deuda continuan en EEUU. al tiempo que los bancos preparan el evento de impago en sus carteras de bonos del Tesoro. Eso se nota en el incremento de rentabilidad que registran los títulos de vencimiento en Noviembre. Sería la primera vez en la historia que EE.UU. no atiende un pago de deuda pública. Posiblemente el único país que queda sin haber incurrido en impago. ¿Responsable? Como en el nombramiento de Yellen, el Presidente.

domingo, 6 de octubre de 2013

END THIS FARCE (Finalicen esta farsa)


Las vías de negociación entre republicanos y demócratas, lejos de abrirse, se han ido cerrando.  Cada uno se ha enrocado en su postura y aunque están “condenados a entenderse”, siguen tensando la situación. Es muy posible que no se haga tan famosa como el “Yes, we can”, pero el “end this farce” que pronunciaba el presidente estadounidense ante los trabajadores de una empresa de construcción en Maryland, tiene en estos momentos un foro que va mucho más allá de las fronteras de EE.UU. y de sus votantes. Porque en esta “farsa”, lo que realmente preocupa a nivel global es que no se llegue a un acuerdo para elevar el techo de endeudamiento de EE.UU y el Tesoro se quede sin efectivo.

El Tesoro publicaba estos días un informe en el que detalla el impacto económico de una moratoria en los pagos. El panorama que dibuja es ciertamente preocupante bajo la premisa de que favorecer el pago a acreedores por encima de otros compromisos es impracticable, posibilidad que ha sido sugerida por algunos republicanos en el Congreso. Entre otras consecuencias comienza señalando que “el incumplimiento de pagos no tendría precedentes y tiene el potencial de ser catastrófico: los mercados de crédito podrían congelarse, el valor del dólar podría desplomarse y los tipos de interés estadounidenses podrían dispararse”, para terminar concluyendo que una moratoria podría castigar a las familias y empresas estadounidenses con una “recesión peor que cualquiera que se haya visto desde la Gran Depresión”. No cabe duda de la fuerte presión por parte del Tesoro para llegar al acuerdo, a la que comienzan a acompañar otras instituciones, como el FMI.

Veremos por donde se resuelve esta batalla política. Probablemente a través de extensiones presupuestarias ya que las encuestas no señalan ganadores, y si bien los republicanos saben que están ante la penúltima oportunidad de parar el Obamacare, también saben que de las consecuencias económicas de prolongar el cierre también serán culpados.