Afirmaba el Presidente del Gobierno español, en un tono que más parecía de reproche a un infante que propio de un Primer Ministro, que lo que se iba a acordar en la cumbre extraordinaria de líderes de la UE de este fin de semana, “iba en serio”, no como lo de la agenda de Lisboa. Aquella agenda pretendía entre otras cosas el pleno empleo en Europa en 2010, lo que no exige demasiado comentario. Diferenciar cuando los compromisos son “en serio” y cuando no, puede marcar el nacimiento de un nuevo área de la ciencia política. Pero mientras llega ese momento, cabe preguntarse si va en serio el llamado “Pacto por el euro” como parecía anunciar el Presidente español.
Será a consecuencia de lo tardío del final de la cumbre, que hubo de prolongarse a la madrugada del sábado, que la prensa escrita europea del domingo apenas llega más allá de hacer un relato de los acuerdos. Se habla de éxito, o cuando menos de cumplimiento de objetivos. Al menos de los objetivos de alemanes y franceses. Así que, salvadas las formas, el problema está en el fondo. ¿Hasta que punto es sintomático el que el inicial “Pacto por la competitividad” haya dejado lugar al “Pacto por el euro”? El primero creó una controversia en la que se implicaron muchos países. El segundo, aparente heredero del primero, ha sido acordado sin dificultad, al punto que se habla de “mejores resultados de lo previsto”. Señalaba un medio alemán con cierta ironía, que, “el pacto podría convertirse, como estaba previsto, en la piedra angular de un gobierno económico europeo, o no”. El caso es que, en base a los antecedentes disponibles, el acuerdo para armonizar más estrechamente las políticas presupuestarias, impositivas y sociales en el futuro, que sirvan como prevención para evitar futuras crisis de deuda como la griega e irlandesa, no parece que sea precisamente un mecanismo automático de control como en su momento parecía querer imponer la canciller alemana.
Pero que no sea esto limitación para destacar también lo bueno. Para los griegos lo ha sido, pues logran la rebaja de un punto hasta el 4,2% del interés de los préstamos de la UE, además de la ampliación hasta 7,5 años de su vencimiento. Es algo que no se llevan los irlandeses, cuyo Primer Ministro parece haber sacado de sus casillas al presidente francés, que sin embargo, ya puede aplicarse para limar aristas, porque para aprobarse, “el pacto por el euro” y el “fondo de rescate”, ha de hacerse conjuntamente (exigencia de la canciller alemana) y por unanimidad. Y eso habrá de ser en la cumbre de dentro de dos semanas.
Como al fin y al cabo los mercados hablan por sus cotizaciones, veremos conforme avance la semana, hasta donde creen, que a diferencia de Lisboa, esta vez la cosa va en serio. Sobre Portugal, si han hablado, ha trascendido poco. La prensa portuguesa se centra en la primera gran movilización social al margen de las instituciones, -¿será un aviso de más por venir?- y en las nuevas medidas de ajuste anunciadas por el gobierno el viernes previo a la cumbre.
La imagen de hoy, corresponde a la portada del domingo de uno de los principales periodicos portugueses. Espacio dedicado a la cumbre de la UE: cero.
Me sorprende que no hayas tocado ni un palo de la situacion de Japón. Sobre la zona euro, preparate a ver cada vez más movimientos sociales. No se donde leí y estoy deacuerdo que tras la crisis de deuda soberana, llega la crisis social. De hecho, siempre se dijo que las crisis era tres en una, financiera, económica y social. Ni pintado!!
ResponderEliminarMe comenta un empleado portugués que los jóvenes lusos no hablan de ser mileuristas, sino "quinientoseuristas", lo que da una idea de la brecha social que existe en el país amigo y vecino con respecto al resto.
ResponderEliminarJFC
Amigo anónimo, me he visto animado a trabajar un poco sobre Japón. Espero que el resumen que te ofrezco, te ilustre y cubra tu interés.
ResponderEliminarGracias
Amigo Jesús, fíjate que en alguna ocasión que había utilizado el término "mileurista" en España fui severamente reprendido, para hacer referencia al término "ochocientoseurista".
ResponderEliminar"Quinientoseurista" será lo que anima a los jóvenes a cruzar la frontera del umbral de su casa. Veremos si el tiempo y en incremento del coste de la vida no lleva a los de 800 a tomar aquí igual determinación.
Un abrazo