Argentina está imponiendo multas de 90.000 euros a aquellos economistas que aseguran en sus informes que la inflación real está muy por encima de la oficial. Al menos cuatro ya habrían sido multados, y es que según el gobierno, sus previsiones catastrofistas provocan un encarecimiento indebido de la deuda pública. El diario digital infobae, haciendo referencia al informe semanal del estatal Banco Ciudad, señala que la inflación real interanual de febrero es del 21,6% frente al 10% oficial. No ha sido posible confirmar que economistas han sido multados, pero si que el debate sobre la inflación real y oficial genera dos mundos. En uno, el oficial, los salarios suben, los ciudadanos mejoran su poder de compra y los indicadores de pobreza descienden. En el otro, la descripción cambia. Los indicadores de pobreza duplican el porcentaje oficial, y los alimentos, solo en 2010, se encarecieron el 37,6% frente a un alza salarial del 26,45% registrado por el oficial Indec. La consecuencia, es que la indigencia alcanza al 6,4% de la población y no al 3,1% oficial y la pobreza al 23,8% y no al 12% oficial. Son datos del centro de investigación CIFRA, organismo vinculado a la CTA, (Central de Trabajadores Argentinos) recogidos ayer por el diario El País.
Dos mundos también son los que viven los banqueros en España. En uno, el oficial, se trabaja para restablecer el crédito. En el otro, el real, se trabaja para encontrar el sitio: discutidas copresidencias, conflictos por aparición de morosidad oculta, celos por repartos de poder. En este contexto, las muchas entidades que no llegan a los límites de solvencia, han de presentar antes del lunes próximo sus planes para alcanzarlos. La confianza en que estos gestores sean capaces de atraer inversores, no puede decirse que sea enorme. Y si los privados no ponen dinero porque no se fian de que los mismos sigan al mando, será el FROB quien tenga que ponerlo. Y es que los inversores ponen su dinero si creen que obtendrán más, es decir, si creen que ganarán dinero, y o bien invierten porque creen que compran a precio de derribo, lo que les garantiza un retorno a pesar de ineficientes gestores, o bien lo hacen porque confían en que los gestores lo harán de modo eficaz y cuidadoso. Esto lleva a preguntarse si puede darse este caso con los mismos.
Una cuestión más que arrimar a una semana que viene extraordinariamente cargada. Además, con la intervención en Libia, y las consecuencias que sobre los planes de nuclearización mundial, particularmente China, tiene lo ocurrido con la central japonesa, los precios del petróleo no van a ofrecer mucho respiro. En Europa, el viernes hay cumbre y ha de cerrarse lo abierto el día 11. “Gran Acuerdo” se le llama al “Pacto por el euro”. El camino que se traza es que el coste del no acuerdo es mayor, de modo que los débiles, tendrán que pagar con dolor de largo plazo lo que los fuertes accedan a prestar. También aquí, hay que esperar dos mundos. Y también multas.
Dos mundos también son los que viven los banqueros en España. En uno, el oficial, se trabaja para restablecer el crédito. En el otro, el real, se trabaja para encontrar el sitio: discutidas copresidencias, conflictos por aparición de morosidad oculta, celos por repartos de poder. En este contexto, las muchas entidades que no llegan a los límites de solvencia, han de presentar antes del lunes próximo sus planes para alcanzarlos. La confianza en que estos gestores sean capaces de atraer inversores, no puede decirse que sea enorme. Y si los privados no ponen dinero porque no se fian de que los mismos sigan al mando, será el FROB quien tenga que ponerlo. Y es que los inversores ponen su dinero si creen que obtendrán más, es decir, si creen que ganarán dinero, y o bien invierten porque creen que compran a precio de derribo, lo que les garantiza un retorno a pesar de ineficientes gestores, o bien lo hacen porque confían en que los gestores lo harán de modo eficaz y cuidadoso. Esto lleva a preguntarse si puede darse este caso con los mismos.
Una cuestión más que arrimar a una semana que viene extraordinariamente cargada. Además, con la intervención en Libia, y las consecuencias que sobre los planes de nuclearización mundial, particularmente China, tiene lo ocurrido con la central japonesa, los precios del petróleo no van a ofrecer mucho respiro. En Europa, el viernes hay cumbre y ha de cerrarse lo abierto el día 11. “Gran Acuerdo” se le llama al “Pacto por el euro”. El camino que se traza es que el coste del no acuerdo es mayor, de modo que los débiles, tendrán que pagar con dolor de largo plazo lo que los fuertes accedan a prestar. También aquí, hay que esperar dos mundos. Y también multas.
Economista asimétrico:
ResponderEliminarTengo dos comentarios y una pregunta para usted.
• Al final también aquí nos multarán, no ya porque economistas osados emitan opiniones no agradables al gobierno de turno, sino también a quien las lea. Al tiempo hay que recaudar como sea.
• En Cataluña ya se dice que no van a cambiar ni las sábanas de los hospitales.
• Si desde “los medios” nos están diciendo constantemente que sólo tres entidades están financieramente presentables, el dinero del pequeño ahorrador se dirigirá a éstas, con lo que se agravaría el problema del resto. ¿o no?
Como siempre, le sigo admirando
Querido amigo:
ResponderEliminarEstamos empleando una barbaridad de recursos en salvar la cara de muchos que es dudoso cuando menos que merezcan ese esfuerzo. Habrá un deterioro de las prestaciones sociales. No solo en Cataluña, donde ya las anuncian oficialmente. Y hablando de hospitales, con los bancos ocurre como cuando una persona mayor está delicada. Acudes al Hospital, y aunque no sabes a ciencia cierta cuanto es edad (sistema) y cuanto es mal funcionamiento (enfermedad), te consuelas diciendo que al menos está en bajo vigilancia (el Estado). El pequeño ahorrador, en nuestro sistema financiero, todavía hace en un 98% lo que el sistema quiere. En esto, la crisis, apenas ha cambiado nada.
Un abrazo