Podemos discutir los economistas si la cifra de 61.083 nuevos desempleados en agosto es mala, menos mala o buena, que de todo hay. Pueden los políticos utilizar los argumentos que les brinden los economistas como mejor convengan. Así, es posible que cada uno descanse con la satisfacción del deber cumplido. Justo lo que no pueden hacer las 61.083 personas añadidas en la lista de agosto. Al éxito se le presentan muchos padres. Al fracaso no. Sin embargo, la ciencia que nunca es concluyente sobre el éxito, si lo es con el fracaso, que utiliza para refutar hipótesis. La del Gobierno es que las cosas van mejor, que abandonamos la recesión e incluso que llegamos a crear empleo neto. Pero resulta que en agosto del año pasado trabajaban 285.000 personas más, y en agosto de 2008 lo hacían 1.420.000 personas más.
Un Gobierno que hace dos años se presentó a sus electores con el mensaje “Por el pleno empleo”, ¿puede hablar de éxito? ¿pueden quizá las centrales sindicales justificar el apoyo que han venido dando a un modelo que ha llevado en solo dos años a 1.720.000 personas a perder sus empleos? ¿cual es el modelo que propone el gobierno para devolver al trabajo a quienes lo han perdido? ¿y que ocurre con los que hay que añadir para llegar hasta los más de 4,6 millones de personas que según la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre declaran buscar empleo?
Dirán los economistas que hemos de celebrar la salida técnica de la recesión por haber crecido unas pocas décimas nuestro PIB. Pero si les preguntamos, también nos dirán que la recesión real viene dada por aquella situación en la que cada vez son menos los que trabajan y más los dependientes. Ese es el caso español. Un claro ejemplo de fracaso. ¿Acaso no hay que reformarlo? ¿Cual ha de ser el objetivo? ¿Y que proponen las centrales sindicales?
De las pocas cosas que en nuestro modelo podemos tener legítimo orgullo es del apoyo que nuestros impuestos dan a quienes padecen la desgracia de haber perdido su trabajo. Son 2,98 millones de personas que reciben de media poco más de 800 euros al mes. Son 30.000 millones de euros que empleamos en dar un soporte básico a personas como nosotros. Siendo el coste alto, y aun confiando en que el ritmo de deterioro pueda moderarse, el auténtico coste es despreciar el enorme capital humano que está detrás de estas cifras. Ningún país que se considere avanzado puede permitirse semejante derroche de recursos durante mucho tiempo. La recuperación, señores del Gobierno, solo podrá considerarse como tal cuando ni uno solo de nuestros compatriotas se añada a la lista en la que han caído en agosto 61.083 personas más. Nunca antes.
De a puño Jose Manuel....Esto no va a chufar hasta que la curva comience a bajar y para eso nos queda rato todavía...
ResponderEliminarCuidate
Ahora mismo estoy escuchando a Obama en Milwaukee. Está presentando un nuevo Plan de estimulo económico. Infraestructura por tierra, mar y aire. Pero el objetiov es crear empleo. Casi 40.000 millones que habrá de aprobar el Congreso. No va a ser facil. Lo que evidencia es la conciencioa clara de que sin crear empleo, no hay recuperacion sostenida.
ResponderEliminarme ha gustado mucho. la gente perfecta no puede mejorar, y el gobierno se cree perfecto o intenta vender que es perfecto. que derroche .
ResponderEliminarpor que no te llevan a un debate en la tele para hablar igual de claro, con los politicos que como no saben se dedican a vender, y como somos masa, mientras vendan asi para que van a aprender.....y claro si no aprenden no saben y si no saben, no pueden hacer nada por nosotros, el marketing tiene tanta fuerza que el producto da casi igual, es la percepcion lo que vale mas que la realidad.
cuanto me gusto tu articulo , si senor (no encuentro las enes en este teclado frances de los coj) de verdad. y sin demagogias......