miércoles, 28 de noviembre de 2012

ESPAÑA, ¿HACIA DÓNDE VAMOS?

More and more and not enough” Más y más y no suficiente. He querido resumir en estas pocas columnas cual es mi visión sobre el futuro y por eso rompemos el formato habitual. Comienzo con una frase sacada de un reciente artículo de The Economist porque creo que refleja mejor que otras muchas el sentimiento más compartido...


 

domingo, 25 de noviembre de 2012

FRANCIA ES NUESTRA TIERRA RARA


Aunque hay a quien no ha gustado nunca el término pues lo identifica con poder económico, el concepto de globalización está ligado a avance. Es más un asunto de sociólogos que de economistas, pero no es posible explicar casi nada al margen de esta era global.

Ocurrirá, como ya ha ocurrido, que los precios y más importante aún, que la disponibilidad de un determinado bien de uso común en el mundo desarrollado que ha alcanzado el grado de pseudo commodity, -nombre que en la jerga económica asociamos a un bien que puede ser fácilmente negociable en los mercados internacionales por su carácter estandarizado y fungible   (oro y petróleo son los commodities por excelencia)-, depende por ejemplo de la temporada de monzones en el sudeste asiático. Ocurrió no hace mucho con las memorias de los ordenadores al verse la producción de las fábricas asiáticas afectadas por el tsunami que asoló el sudeste asiático alterando su producción, lo que redujo su disponibilidad y como consecuencia se incrementaron en mucho los precios en el mundo desarrollado hasta que la producción se normalizó. Lo recordarán bien los que están más ligados al sector informático. Una de las batallas económicas que está teniendo lugar en el presente pero en clave de futuro tiene que ver con las llamadas “tierras raras” término con el que se denominan minerales escasos utilizados intensivamente en la producción de muchos de los artilugios electrónicos sin los que la globalización y nuestra vida diaria tendría un sentido muy diferente al que hoy damos y cuyos yacimientos están fundamentalmente en Asia y en particular en China, poseedora en algunos casos hasta el 90% de los yacimientos de algunas de estas “tierras raras”.

Mientras que este problema de las “tierras raras” es normal que ocupe a los grandes poderes de la Tierra, en lo que respecta a nosotros, a España y a nuestra economía, más allá de lo que nos queda por hacer, que es tanto y tan variado que no nos queda lugar para ocuparnos de asuntos que parecen de otro planeta, para nosotros digo, la “tierra rara”  clave en nuestro futuro no es Cataluña a pesar de lo que pueda parecer, sino Francia. Nuestro bello, y un tiempo próspero, vecino del norte está incubando una crisis que puede alterar tanto nuestro futuro como lo altera lo que decide nuestro Gobierno.  Más incluso. Francia está siendo objeto de análisis crítico, y la reciente portada de The Economist ha causado no poco disgusto entre las élites políticas francesas. Y digo entre las políticas, porque las económicas llevan un tiempo denunciando el declive económico francés.  Francia ha recibido un aviso alemán, que son el poder dominante, a raíz de la reciente rebaja de calificación crediticia, la efectuada hace unos días por segunda de las tres grandes agencias de calificación.  El euro puede sobrevivir a la crisis de los países del sur, incluidos España e Italia, pero no podrá nunca con una crisis similar en Francia. Francia es nuestra “tierra rara”.  No es seguro que compartamos dentro de cinco años la misma moneda que Alemania. Lo que es mucho más seguro es que compartiremos la misma moneda que Francia, se llame como se llame, de modo que convendrá seguir de cerca lo que ocurre es nuestra más cercana  “tierra rara”.

Este articulo está originalmente publicado en "Como salimos de esta" de Zoomnews 
http://www.zoomnews.es/blogs/10

lunes, 19 de noviembre de 2012

UN SALTO SIDERAL


Nos asomamos a una racha de viento en contra con una nueva oleada de pronósticos cargados de pesimismo. Como no todos podemos recurrir al antídoto de invitar a comer a un ministro, que es lo que me recomendó conveniente un Presidente de empresa cuando el pesimismo me abrume, más que nada porque los ministros gustan de compañía más principal, alrededor de mesas bien puestas y excelsas viandas, y no está la situación para esos dispendios,  hemos de buscar contrapeso lejos de poder y mesa que tan bien combinan en nuestro país en las zonas urbanas próximas a donde se desarrolla el ejercicio de poder en cualquier capital que se precie, tenga o no tal rango administrativo.  

Invitado a un análisis para disertar ante un reducido grupo de miembros de un destacado lobby francés con origen en los años de mitad del siglo XIX sobre el estado presente de la economía española, había sido advertido de la consabida confidencialidad, pero también de su natural propensión a debatir y preguntar para no dejar asunto en el tintero por delicado que este sea. Mi interés por Francia radica más en aquello que pueda favorecernos para salir lo antes posible del cul-de-sac en el que nos encontramos que en el grado de simpatía con el que tratar o nos tratan sus muy exquisitos ciudadanos. No tengo queja de esto. Más bien siento algo tan patrio como la envidia. No hay nada tipo Conference Olivaint en España. No al menos que yo conozca, y ya va siendo hora.

Limitado por la confidencialidad relativo a la identidad de los asistentes y a lo allí por ellos manifestado, creo no romper secreto alguno si digo que disfruté del encuentro al repasar lo que con enorme sufrimiento la sociedad española ha logrado en estos años de esfuerzo y ajuste, y que ha tenido como primera consecuencia haber recuperado competitividad, -entre un 9% y un 14% según el país con el que nos comparemos-, haber mejorado de forma muy importante en productividad –mala (por destrucción de empleo) y buena (por reparto del trabajo)-, haber comenzado a devolver deuda a nuestros acreedores extranjeros, haber incrementado nuestras exportaciones para alcanzar superávit comercial excluyendo las importaciones de energía, que son nuestra cruz. Y todo, a pesar de que en el Gobierno nos han subido todos los impuestos, los bancos todavía no funcionan, y la administración publica no ha empezado su reforma.

Es decir, que hemos dado un salto sideral si tenemos en cuenta las dificultades del camino. Todo gracias a los valientes empresarios que creen, y a esa gran parte de trabajadores, asalariados y autónomos que soportan a cambio de esperanza la devaluación interna que nos está sacando del cul-de-sac. Me alegró ver que nuestros vecinos del norte reaccionaban con satisfacción, y comprobar que lo que les contaba provocaba en ellos más temor por lo que les resta por hacer en su país que por lo que a nosotros nos provoca lo que nos resta por hacer en el nuestro. 

sábado, 10 de noviembre de 2012

FINANCIARSE: LA INNOVACION A LAS PUERTAS



Alrededor del mundo del crédito, no hay en este momento más que problemas. Problemas para devolver lo que se debe, ya seas particular, empresa, banco, ente gubernamental, o Estado soberano; e ídem de ídem si lo que pretendes es pedir. Los bancos centrales del mundo desarrollado han inundado de liquidez el sistema financiero a precios de derribo y se han sentado a su vez sobre balances llenos a rebosar de papel, es decir, de promesas de pago de toda índole.

Algunos, no pocos, temen que semejante jugada no acabe bien. Si las cosas van mal podrían colapsar los bancos y los gobiernos y tras ellos los bancos centrales. Entonces adiós y volvemos al trueque. Si las cosas van, digamos bien, entonces el sistema financiero vuelve a funcionar y será tarea de los bancos centrales drenar la liquidez a ritmo suficiente como para evitar un desastre inflacionista. Como esto último queda hoy muy lejos no es objeto de demasiada atención, pero no van mal aquellos fondos que trabajan sobre las expectativas inflacionistas. Ya llegará el momento de hablar de esto. Ahora no. El problema ahora es diferente. Es la deflación, causada en gran parte por la carencia de financiación para actividades de crecimiento.
Esta falta de financiación es crítica en países como España. Con una economía bancarizada hasta el tuétano, las empresas españolas se ahogan aun teniendo un sólido negocio. ¿Hay alternativas?, ¿dónde buscar?  Es muy frecuente que a consultores, como es el caso de quien escribe, nos pregunten sobre oportunidades de obtener financiación exterior. El problema es que estamos en un contenedor llamado España, del que no podemos escapar y con esquemas interiorizados de financiación que basados en la garantía de bienes reales, no pueden exportarse.
No todas las empresas en el mundo se financian del mismo modo. Hay otras formas. Voy a apuntar una. ¿Qué es algo que todas las empresas tienen?, ¿qué es lo que las prestigia?, ¿cuál es su mejor garantía de continuidad?, ¿sus instalaciones?, ¿sus inversiones?, ¿su internacionalización? No. Son sus clientes. Los clientes representan el mayor valor de una empresa.
Pues bien, créame amigo que por ahí asoma la gran transformación de la financiación empresarial para muchas de las empresas españolas que ahora amenazan con ahogarse. Créame también que no inventamos nada. Inventar sí, pero innovar no necesita de genios, decíaSchumpeter. Pues bien, en financiación empresarial ha llegado el momento de innovar. Y esté atento, porque la innovación está a las puertas.

Articulo publicado en ZOOMNEWS

domingo, 4 de noviembre de 2012

EN SITUACION MUY DIFERENTE


Es lógico que esta semana casi todo se mueva al compás de las elecciones presidencialesnorteamericanas. Al fin y al cabo, es la primera economía del mundo, de cuyo PIB total representa alrededor de 20%, seguido muy de lejos por China con una producción tres veces menor.

La situación es muy diferente a hace cuatro años, tanto en relación a las posibilidades de cada candidato como a la situación económica, aunque también la política. Hoy puede decirse que  EE.UU. se ha alejado ya a una prudente distancia de la amenaza de una nueva edición de la Gran Depresión, y ha conseguido estabilizar sectores que como el financiero, el inmobiliario o el del automóvil, pusieron a la economía mundial al borde del colapso total hace apenas cinco años. En política internacional es difícil saber si el mundo es hoy más seguro, pero al menos la percepción de amenaza ha bajado lo suficiente como para que este tipo de preocupaciones hayan pasado a ocupar un lugar secundario en los análisis de proyecciones y expectativas a medio y largo plazo.  Eso podría cambiar si hacemos caso a los críticos con el candidato republicano, de quien advierten que en el terreno militar es partidario de una política de mano dura con Irán, amenazando en el frente económico con abrir una guerra comercial con China, país al que acusa de competencia ilícita y al que pretende incorporar a la lista de “manipuladores de divisa”.

Según las encuestas, los resultados son inciertos, si bien los generadores de opinión que apoyan a los demócratas, critican como falso y manipulado este aparente equilibrio y se refieren a una situación claramente favorable a la reelección del actual Presidente.  En todo caso, en lo que hay bastante coincidencia es en que de las elecciones, en las que se renuevan también la Cámara de Representantes y una parte del Senado, saldrá una Administración que habrá de lidiar con un legislativo poco amigable, pero con el que tendrá que resolver la amenaza más inmediata que tiene la economía norteamericana en el conjunto de recortes de gasto y subida de impuestos que entrarían en vigor de forma automática en lo que se conoce como  “abismo fiscal", y cuyo impacto sobre el crecimiento del PIB tendría potencial suficiente para arrastrar a la economía a un periodo de recesión. En lo económico, además de salvar esta situación, la nueva Administración tendrá que afrontar las consecuencias menos deseadas de las políticas de estímulo fiscal y monetario que han permitido eludir la depresión, y tendrá que elegir donde pone el énfasis en cuanto al reequilibrio de las cuentas públicas, si en políticas de incremento de ingresos, o por el contrario en el recorte de gastos.  Será también un mandato en el que es probable un relevo al frente de la Reserva Federal. Su actual titular, que no es del agrado republicano,  parece haber manifestado su deseo de dejar el cargo cuando finalice su segundo mandato en enero de 2014.

Para España, en lo económico, las elecciones norteamericanas no son un factor particularmente crítico. España aborda ahora la parte del ajuste que afecta al sector público, y por lo tanto en clave interna. La mejora de la competitividad exterior habrá de venir vía ajuste interno, porque ni de republicanos ni de demócratas cabe esperar una política de dólar fuerte, aunque es este escenario el que con mayor probabilidad hayan de afrontar.