Hace mucho tiempo que
la desconfianza se ha instalado en el consciente, y aunque hay que vivir como si las cosas respondiesen a los estímulos de siempre, lo cierto es que cada vez nos vemos más obligados a mirar a las cosas con sospecha. ¿El Gobierno dice que la luz baja? Seguramente subirá (y lo peor es que sube). ¿El Gobierno dice que baja el gasto? Seguro que no baja, y ciertamente no lo hace, sino que sube. ¿Europa dice en julio que se ha dado un gran paso en desvincular deuda soberana y sector financiero? Pues ya están Alemania, Holanda y Finlandia para negarlo por escrito solo unas semanas después, diciendo ahora que no, que el vínculo persiste y que la ayuda es y será deuda pública. ¿Por qué semejante paso atrás? ¿Acaso no es Alemania quien más insiste en que España está haciendo los deberes? ¿Es por Irlanda?
¡Qué raro!, ¿los estaremos haciendo o
será que en Alemania han fallado los cálculos y necesita tiempo para preparar algo porque teme que tras España caiga la frágil Eslovenia, o el pequeño Chipre, y peor, que caiga Italia. E Italia ¿por qué anima a España a que pida la ayuda? ¿No será una sugerencia envenenada basada en la ilusión de que rescatada España intervendrá el BCE y arrastrará a la baja la prima española llevando con ella la italiana? ¿Y porque estalla ahora la crisis secesionista en Cataluña? ¿será el reto a la soberanía una estratagema para conseguir replicar para sí el cupo vasco y navarro, o realmente hay un desafío al Estado visto lo que se avecina? ¿Tiene el Gobierno toda la información? ¿Y los pasos claros? ¿teme que sobrevenga algo, o es una simple estrategia de “esperar que escampe”? Reuters dice que este fin de semana España pedirá el rescate. ¿Hay realmente alguna posibilidad de evitarlo como dicen algunos, o de nuevo están intentando engañarnos? Y los bancos, ¿es verdad lo que dice Oliver Wyman sobre las necesidades de capitalización del sistema financiero español, o también en esto hay dudas? Desafortunadamente las hay. Moody´s dice que OW se ha quedado corto. Otros también lo creen.
¿Entonces, qué pasa? ¿hay en que confiar, o
se está preparando algo? Resulta que ni siquiera podemos creer los datos de déficit de 2011. Ha habido sucesivas revisiones, pero ni así. Dice JP Morgan en el informe en el que cuestiona las conclusiones de la consultora OW (y tiene razón) que los 11.000 millones que ahora ya se sabe que ha perdido el FROB en sus participaciones en las entidades asistidas, no han sido considerados como parte del déficit de 2011, de modo que ni la cifra revisada que nos dio el Gobierno este verano es completa. Perdemos 11.000 millones más y parece que no pasa nada. Solo que
el déficit de 2011 va a ser 9.44% en lugar de 8.96%. Otro tanto ocurrirá en 2012 con nuevas pérdidas del FROB.
Ya no se trata de las normales especulaciones acerca de saber si tendrá o no razón Reuters. La verdad es que mejor que la tenga. Primero porque se necesita sin género de duda, pero segundo porque
vivir con la sensación de que hay cosas que no encajan deja demasiado espacio libre para que se cuele cualquier idea de esas que los gobiernos dicen: “No, eso de ningún modo”; y van y ocurren. Siempre es preferible la verdad.
El Economista Asimétrico
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