lunes, 10 de octubre de 2011

¿A MI? ¿POR QUÉ?


Revisaba con un amigo, antes en las finanzas y ahora en organización interna, el panorama económico y financiero. Tras un análisis poco tranquilizador, mi amigo me reprochaba que meses atrás le preocupase innecesariamente sobre la situación de España y su posible intervención, “Ya ves que no ha ocurrido”. Viene al caso porque al leer estos días una crónica de Der Spiegel, señala el redactor en la entradilla: “Los políticos han conducido a sus países a una situación sin precedentes en la crisis del euro. Ellos saben lo que sus votantes ni siquiera sospechan”. El problema es que, efectivamente, lo que ocurre, puede estar ya demasiado lejos de muchos votantes. España necesita que el BCE compre sus bonos, pero este modo de apoyo no es percibido como una intervención. No han desembarcado los “hombres de negro” en sus Renault Espace azul marino, pero desde agosto, estamos asistidos. ¿Cuál es la diferencia ente CajaSur y NCG? ¿Intervenida, nacionalizada, asistida? ¿Es tanta la diferencia?

Pero ante lo que parece el agotamiento de la capacidad paliativa de los gobiernos, única medicina que hasta el momento se ha aplicado en la crisis del euro, es normal que cada vez más, las personas y las organizaciones empiecen a sentir la urgencia de hacer balance de su situación y analizar como están preparadas para arreglarse por sus propios medios.
 
Desde la perspectiva patrimonial, la exportación de capitales en distintos grados y revistiendo distintas forma hace tiempo que se ha ido activando. La ausencia de un control de cambios, permite mover el ahorro líquido sin demasiada dificultad. La oferta de posibilidades es relativamente amplia, aunque es imposible encontrar satisfacción a un ansia de seguridad absoluta.
 
En las empresas, en particular aquellas muy dependientes de la financiación del circulante para mantener su actividad, es donde la situación preocupa más. En los casos en los que ha sido posible, se han puesto en marcha procesos de negociación con las entidades financieras tendentes a asegurar la financiación del circulante a largo plazo. Estos procesos, consumen meses, y han de aprovechar “ventanas temporales” que se abren y cierran en función de las circunstancias de los mercados. Los últimos movimientos bancarios, la rebaja de la calificación crediticia de España e Italia que traerá rebajas en cascada de la calificación de sus bancos, la desconfianza que genera una crisis como la de Dexia, una de las entidades más solventes según los test de estrés, examen que no quiso tener en cuenta el riesgo soberano; todo esto está llevando a que los mensajes “buenistas” que tanta venta tuvieron hasta hace poco tiempo, empiecen a ser rechazados y los gestores quieren saber que hacer en función de los distintos escenarios que pueden tener que afrontar. El que parece más amenazador, es el de una crisis bancaria, que se traduzca en limitaciones al descuento de papel comercial. Normas como la 58 están siendo objeto de particular análisis por las entidades. “El problema no está en tu empresa, está en tus bancos”. Es una respuesta común en estos tiempos cuando un CFO pregunta ¿A mí?, ¿por qué?

2 comentarios:

  1. Más claro agua compañero!
    Y va para rato, así que convendría ir reservando sitio en las Fidji
    Cuidate

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  2. No fastidies, que vamos a hacer falta todos y aun así ya veremos. Desde aquí, podemos.

    Un abrazo

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